El THC, el CBD, el CBN, el CBC, el CBG y aproximadamente 80 moléculas más componen la familia de los fitocannabinoides, la cual se hallan en cantidades variables, según las condiciones ambientales, en la planta de marihuana. Algunos cannabinoides son responsables de los principales efectos del cannabis y algunos de ellos poseen importantes propiedades medicinales, que la comunidad científica sigue descubriendo cada día.
Algunos cannabinoides tienen principalmente efectos antidepresivos, antiinflamatorios, ansiolíticos, anti vomitivo, mientras que otros pueden incluso ayudar a proteger el sistema nervioso. En realidad, apenas estamos empezando a descubrir todo el potencial de los cannabinoides y todas sus aplicaciones posibles, principalmente en el marco de algunos tipos de cáncer, así como para otras enfermedades degenerativas.
Podemos clasificar los cannabinoides en cuatro grandes grupos diferentes: los cannabinoides naturales de las plantas (fitocannabinoides), los cannabinoides naturales endógenos (endocannabinoides, producidos por el cuerpo humano y que aseguran funciones biológicas), los cannabinoides de síntesis (potencialmente peligrosos, ya que existe muy poca información sobre sus efectos), y los cannabinoides miméticos o cannabimimético (molécula de origen natural o de síntesis, reproduciendo la acción de los cannabinoides sobre los receptores CB1 y/o CB2).
En este artículo, hablaremos únicamente de los cannabinoides naturalmente presentes en la planta de marihuana, los fitocannabinoides.
La mayoría de los cannabinoides aparecen en cantidades ínfimas (menos de 0.01% del total de los cannabinoides), no son considerados como psicoactivos, y el efecto no es significativo. En efecto, muchos son simples homólogos o análogos (estructura o función similar) de algunos de los principales cannabinoides conocidos.
Sin embargo, la investigación médica nos enseña regularmente nuevos y sorprendentes descubrimientos sobre estos cannabinoides presentes en forma de traza. Desafortunadamente, esta investigación y sus descubrimientos se ven frenados de manera importante por la legislación de numerosos países.
Las diferentes mezclas de cannabinoides, así como otras moléculas anexas (esencialmente compuestos aromáticos como el mirceno), explican en gran parte las variaciones de efectos que encontramos entre una variedad de cannabis y otra. La intensidad del efecto depende principalmente del nivel de THC, de la ratio THC/CBD y de la forma de consumo, pero este efecto puede también ser modulado de varias formas diferentes.
A veces, la marihuana se califica como más potente de que lo que su nivel de THC pudiera representar. Actualmente, la razón exacta aún no se conoce ya que se han realizado muy pocos estudios comparativos con combinaciones de cannabinoides en el ser humano.
Es muy probable que estas diferencias de efectos y de potencia sean, en parte, causadas por la interacción entre el THC y los otros cannabinoides, así como con los terpenos. Sin embargo, en su forma pura, estos otros cannabinoides/terpenos son únicamente poco o no psicoactivos, a excepción del THCV.
Con tantas combinaciones posibles entre los diferentes cannabinoides, algunos pueden tener dificultades para sentir las ínfimas variaciones de efecto producido por una variedad en particular. Además, incluso para una variedad en particular, cada planta poseerá un perfil de cannabinoides que será único y que podrá él mismo variar según algunas condiciones de cultivo.
Otra forma de variar los efectos, será elegir la temperatura a la cual consumimos nuestra marihuana. Un vaporizador de marihuana, o de resina, os permitirá elegir una temperatura precisa para calentar vuestra marihuana y como cada cannabinoides posee una temperatura de vaporización diferente, la temperatura que elegiréis permitirá consumir una combinación única de estos cannabinoides.
Todos los cannabinoides están presentes en la planta en su forma ácida (2-COOH), como por ejemplo el THCA y el CBDA (una forma ácida B también existe, pero en cantidades mucho más reducidas que la A). Esta forma ácida posee un potencial psicoactivo mucho más bajo. Estos cannabinoides sufrirán una descarboxilación durante su consumo (combustión, vaporización, cocción...), la cual los transformará en su forma activa (THC, CBD...) sobre la acción del calor.
Para terminar podemos mencionar que los cannabinoides son solubles en el aceite y los solventes orgánicos, pero no en el agua (o muy poco).
Michael Starks, en su libro Marijuana Chemistry (1990), intentó clasificar las diferentes variedades de marihuana autóctonas de acuerdo con su ratio de cannabinoides, llamado quimiotipo. Aunque todavía no sabemos explicar por qué, las variedades originarias de los climas templados del norte del planeta son con frecuencia ricas en CBD, mientras que las genéticas cultivadas en climas más calientes del sur son, en general,más ricas en THC.
Una explicación reciente sugiere que la cantidad de rayos UV y la temperatura elevada de cultivo podrían favorecer la producción de THC, mientras una ligera diferencia de temperatura día/noche, una exposición moderada a los rayos UV y una duración del día más corta, favorecería la producción de CBD.
Aquí están los cuatros principales quimiotipos de la marihuana, como los define Michael Starks:
Las plantas con un nivel elevado de THC y muy poco CBD. Estas son, generalmente,originarias de las regiones situadas bajo la latitud 30° norte (que pasa al través de Marrueco, Irán, India, China, el Norte de México y Florida).
Las plantas con un nivel reducido de THC y niveles elevados de CBD, originarias de regiones situadas por encima latitudes 30° norte.
Las plantas con niveles elevados de THC, muy poco CBD, originarias del noreste de Asia. Estas contienen bajas cantidades de CBGM (Cannabigerol Monometil Ether), otro cannabinoide muy poco estudiado.
Las plantas con mucho THC, muy poco CBD y del cual el THC está, en realidad, en gran parte presente en forma de THCV. Estas son originarias de Indonesia, Sudáfrica y Nepal.
Después de estos breves recordatorios generales, vamos a presentaros ahora, uno por uno, los principales cannabinoides que podemos encontrar en la planta de marihuana:
El THC, Tetrahidrocannabinol, principal responsable del efecto psicoactivo
Para cada persona, la intensidad del efecto del cannabis depende principalmente de la cantidad de THC presente en la marihuana y de su relación con la cantidad de CBD. El Delta-9 THC es en efecto el principal componente de la marihuana y debe estar presente en cantidad suficiente para asegurar un efecto placentero.
Los que fuman hierba que contiene muy poco de los demás cannabinoides aparte del THC, reportan en general un efecto estimulante muy intenso. La mayoría de los consumidores no-regulares, empezaran a sentir los efectos de un porro cuando se utiliza una materia vegetal con más de 3% de THC.
Una hierba que contiene de 5 a 10% de THC puede ser considerada como poseedora de una potencia relativamente baja, una hierba con un nivel entre 10 y 15% de THC será de nivel medio y una hierba que tiene entre 15 y 20% de THC será considerada como una marihuana poseedora de una elevada potencia. Encontramos excepcionalmente algunas plantas con niveles de más de 20% de THC, o a veces hasta con más de 25%.
Habrá entonces que utilizar menos materia vegetal para obtener el efecto querido. Contrariamente a lo que repiten regularmente los prohibicionistas, una hierba rica en THC no es más peligrosa, ¡pero sencillamente es más económica para el consumidor!
El nivel de THC puede variar mucho de una planta a otra dentro de la misma variedad. Los números anunciados por los breeders no son forzosamente significativos y no deberán de ser un criterio prioritario al momento de elegir una variedad. En general, se trata de un nivel de THC de una planta seleccionada o un promedio de un cierto número de plantas. Los niveles de THC varían también según la metodología utilizada para el análisis, es por esta razón que puede ser delicado comparar los niveles de THC dados por diferentes breeders utilizando técnicas de análisis diferentes.
El Delta-9-Tetrahidrocannabinol (THC) es el cannabinoidepsicoactivo responsable de la mayoría de los efectos encontrados por el consumidor de marihuana. El THC produce efectos cerebrales, mentales, el famoso high. Sin THC, el cannabis no es psicoactivo.
Tradicionalmente las variedades Sativa poseen más THC que las variedades Indica. El cannabis Ruderalis, utilizado para la creación de todas las variedades de floración automática, contiene menos de 1% de THC.
El THC mejora las funciones sensoriales como la visión, el oído, la sensibilidad a los colores, aumenta la excitación sexual de los hombres y mujeres, asimismo modifica la percepción espacio/tiempo. Produce un sentimiento de euforia potente, un bienestar mental y afina la mente favoreciendo la curiosidad y la creatividad. El THC es también conocido por aumentar el apetito, al interferir con la leptina, una hormona responsable de la sensación de saciedad.
El THC posee una afinidad equivalente con los receptores CB1 y CB2. El THC imita la acción de la anandamida, un cannabinoide natural producido por el cerebro humano.
El Delta 8-trans-tetrahidrocannabinol, o Delta-8-THC, a veces se encuentra en bajas cantidades, menos de 1% del Delta-9 THC presente. Su actividad es de 20 a 25% más baja que la del Delta-9 THC. Puede tratarse de una molécula formada durante el proceso de extracción y de análisis. El término general THC, se refiere entonces al mismo tiempo al Delta-9 THC y al Delta-8 THC.
Podemos también encontrar en algunas variedades de marihuana, algunos homólogos del Delta-9 THC, con una cadena carbonada más larga y una actividad más grande. Algunas moléculas con largas cadenas producidas en laboratorio siendo su actividad a veces, muy elevada, con un cálculo estimado de varias centenas de veces más que la del Delta-9 THC natural (como por ejemplo el Dimetilheptilpiran, que fue probado en los años 1950 por el ejército estadounidense como un agente incapacitante).
Indicaciones terapéuticas del THC:
Neuroprotector: protege contra los problemas neurológicos y contra la degeneración cerebral ligada a la vejez (Alzheimer...). El THC estimula también la neurogénesis, es decir la creación de nuevas neuronas.
Ansiolítico y anti depresor: reduce los síntomas de ansiedad, con un efecto eufórico y a la vez relajanteAnalgésico: reduce el dolorAntiinflamatorio: 20 veces más que una aspirina y dos veces más que la hidrocortisonaEl THC posee propiedades antitumorales y antimetastásicas sobre algunos tipos de cáncer (Leucemia,Glioblastoma, Carcinoma hepatocelular, Colangiocarcinoma, cáncer de mama HER2-positivo...)Antiespasmódica: reduce los espasmos y las convulsionesAntiemético: Reduce las náusea y los vómitos, como por ejemplo los resultantes del tratamiento del cáncer o del sidaTratamiento de la esclerosis múltiple (SEP)Tratamiento de la epilepsia: reduce la frecuencia de las crisisTratamiento del glaucoma: reduce la presión intraocularLucha contra la enfermedad de CrohnBroncodilatador: ayuda los asmáticos a respirarAnti caquexia: estimula el apetito y anima a alimentarseTratamiento contra la apnea del sueñoAntioxidante: Lucha contra los radicales libres responsables de la vejez celular
Niveles demasiados elevados de THC pueden provocar los siguientes efectos secundarios: desorientación espacio-temporal, pérdida de memoria, taquicardia, nervosidad, ansiedad, paranoia. Por esta razón, las personas con predisposiciones a la esquizofrenia, a la bipolaridad o a la ansiedad deberían evitar consumir variedades de marihuana con niveles elevados de THC. Estos efectos secundarios son, en general, limitados por la presencia de otros cannabinoides como el CBD o el CBN.
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Fuente: https://www.alchimiaweb.com/blog/los-cannabinoides-y-suspropiedades-medicinales/
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