El CBD es cada día más popular entre todo tipo de gente, ya sea con fines medicinales o recreativos. Aunque se ha demostrado que el THC es efectivo para combatir algunos trastornos de salud, sus propiedades psicoactivas le dan cierto estigma negativo. Esto no ocurre con el CBD, que no es psicoactivo. Sin el tradicional subidón de la marihuana, es más fácil que la comunidad médica acepte el CBD como medicamento.
A muchos consumidores les resulta desagradable el sabor del aceite de CBD, mientras que otros afirman que su amargor es una demostración tranquilizadora de su carácter medicinal. Independientemente de a qué grupo pertenezcas, si lo utilizas en la cocina podrás eliminar el problema del sabor y hasta mejorar su absorción.
El CBD es soluble en grasa, por lo que puedes probar a hacer tu propio aceite de CBD con la grasa que prefieras. O también puedes comprar aceite de CBD ya preparado. Con una solución ya elaborada, lo único que tendrás que hacer es poner unas gotas debajo de la lengua o añadirlas a tus recetas favoritas. En este artículo te ofrecemos una sencilla y deliciosa receta para que hagas la prueba.
SALSA DE FRESAS CON CBD
Se trata de una excelente reducción que puedes preparar con cualquiera de tus frutas del bosque favoritas. En este ejemplo vamos a usar fresas, porque resultan en una deliciosa salsa que se puede utilizar con todo tipo de alimentos. Se puede usar como cobertura de postres, en macedonias, e incluso con licores. Tiene múltiples usos que puedes ir descubriendo por ti mismo.
LO QUE VAS A NECESITAR
½ kilo de fresas
¼ de taza de miel
2 cucharadas de aceite de CBD
½ taza de zumo de naranja
2 cucharadas de maicena
1 pizca de sal marina
INSTRUCCIONES
Mezcla las fresas, la miel y el aceite de CBD en una cazuela a fuego lento. En un bol, combina la maicena con el zumo de naranja y añade a la mezcla anterior. Remueve durante unos 10 minutos hasta que empiece a pegarse a la cuchara.
Retira del fuego. Deja que espese y enfríe durante unos minutos.
Sirve y ¡que aproveche!
LA DOSIS ES IMPORTANTE
El sistema endocannabinoide de cada persona es diferente, por lo que la dosis también deberá ser distinta. A algunos les basta con 3mg, mientras que otros solo percibirán beneficios con dosis mucho más altas. Con esta receta se obtienen unas 8 raciones. Asegúrate de comprobar tu tolerancia con pequeñas cantidades. Por suerte, el CBD no es psicoactivo, por lo que si consumes demasiado por accidente, no te enviará al espacio exterior. Usa una taza medidora para dividir el producto final en recipientes más pequeños.
LA IMPORTANCIA DE ELABORAR TUS PROPIOS COMESTIBLES
Los comestibles caseros tienen muchas ventajas. De hecho, el único inconveniente es que hay que prepararlos, nada más. No hay nada mejor que un brownie casero, independientemente de si contiene THC o CBD. La mayoría de productos comprados en tiendas no están tan ricos ni son personalizados para tu paladar. Y las opciones se reducen aún más si tienes alergias u otras restricciones alimenticias. Por no mencionar que la mayoría de la gente no tiene acceso a un mercado regulado y legal de comestibles.
Con todo esto en mente, existen algunos factores que hay que tener en cuenta para lograr una mejor experiencia.
PRECAUCIONES Y RECOMENDACIONES
Como ya hemos mencionado con respecto a esta receta, asegúrate de controlar las porciones. Es importante para poder dividir mejor el producto final. Aquí tienes un ejemplo para ayudarte. Supongamos que has preparado 10 porciones de mantequilla de CBD, para la que has utilizado 2 gramos de aceite de CBD al 10%. Esto significa que las 10 porciones tendrán un total de 200mg de CBD (10% de 2g o 2000mg). En tu próxima receta podrás incluir tantas partes de aceite como quieras, pero asegúrate de saber siempre cuánto CBD has usado.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el punto de ebullición del CBD, que está entre 160 y 180°C. Utiliza un termómetro de cocina para poder controlar la temperatura. Si te pasas, el CBD comenzará a degradarse y perderás la parte más importante de tu receta. El último aspecto con el que hay que tener cuidado es la conservación. Los cannabinoides son sensibles al calor y la luz. Al igual que la hierba se degrada si se deja mucho tiempo al aire libre, las sustancias químicas de la salsa también. Asegúrate de guardarla en un lugar fresco y oscuro. Lo mejor siempre es el frigorífico.
Esperamos que este artículo te haya animado a probar la salsa de fresas con CBD. Sin duda la recomendamos tanto por su sabor como por su efecto. Mucha suerte con la experiencia.
Fuente: https://www.royalqueenseeds.es/blog-salsa-de-fresas-con-cbd-receta-y-resumen-sobre-comestibles-con-cbd-n647